En los meses de gestación existe un aumento de la permeabilidad vascular que puede favorecer, en caso de enfermedad periodontal severa, a que las bacterias periodontopatógenas y los mediadores de la inflamación locales puedan diseminarse de forma sistémica, llegando a otros órganos e incluso a la placenta, aumentando el riesgo de desarrollar complicaciones en el recién nacido. Puede diseminarse de forma sistémica afectando a la placenta y aumentando el riesgo de desarrollar complicaciones en el recién nacido: parto prematuro, bajo peso al nacer o preclampsia / eclampsia
Por eso, la prevención tiene un papel primordial. Durante el embarazo se recomienda prestar especial atención a la higiene bucal diaria a través de un control físico del biofilm bucal, con cepillo dental específico para el cuidado de encías e higiene interproximal; y un control químico con dentífricos y colutorios, que contengan antisépticos seguros y eficaces como el Cloruro de Cetilpiridinio (CPC).